Pequeños consejos para desatascar el fregadero.



Coger el desatascador del tipo "chupona", para que éste funcione, es necesario tapar bien el rebosadero de agua (esas rendijas para evacuar el exceso de agua en la pila y que no se salga de la misma). Lo haremos con la ayuda de una bayeta doblada, sujetándola con fuerza contra el rebosadero con la mano libre.

Después llenaremos con medio palmo de agua la pila, y empezaremos a bombear aprovechando la acción de succión que se generará mediante el efecto vacío. Después solo tendremos que ayudar retirando todo el material sólido que podamos con las manos y depositándolo en su destino adecuado: el cubo de la basura orgánica. Hasta aquí, la cosa no tiene mucho secreto… por eso os voy a enseñar un truco extra para dejar como nuevas vuestras tuberías y evitar los atascos y malos olores provocados por restos de comida, pelos, etc. 

Necesitaréis un buen puñado de sales de frutas y un poco de vinagre. En el fregadero lo más limpio posible (me refiero al exterior, claro) echaremos tres cucharadas de estos antiácidos efervescentes, y justo después, medio vaso de vinagre. Comenzará un chisporroteo, con una acción cáustica natural y mucho más suave que las que causan los productos químicos de los que os hablaba antes. Dichos productos son muy agresivos con las cañerías de casa, y su uso continuado puede terminar corroyéndolas y provocando un problema grave en nuestras conducciones de agua. 

Nuestra solución casera actuará de forma eficaz si la dejamos trabajar durante un par de minutos, y después solo necesitaremos dejar correr unos segundos el agua para retirar los restos de su acción. Comprobaréis como los malos olores desaparecen, y ya no se produce ese efecto de “tuberías lentas” que tanto nos molesta en fregaderos y duchas. Es sorprendente la acción combinada de muchos de los productos seguros que tenemos por la casa. Y además de ofrecer una alternativa natural, este truco os ahorrará dinero y disgustos a largo plazo.


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